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La reciente inversión de la curva de rendimiento del Tesoro estadounidense ha tenido a la prensa financiera en vilo.
Veo una notable contradicción en el hecho de que muchos participantes y comentaristas del mercado hacen hincapié en el elevado nivel de incertidumbre económica y, al mismo tiempo, consideran el aplanamiento o la inversión de las curvas de rendimiento como indicadores infalibles de una recesión. Esto es completamente erróneo. Creo que la curva de rendimiento no nos ofrece ningún tipo de información acerca del futuro de la economía real.
Es cierto que la prolongada incertidumbre comercial está teniendo cierto impacto en la actitud de las empresas. Pero hemos vivido bajo un clima de incertidumbre comercial durante casi tres años, con un impacto económico mínimo. La economía estadounidense se mantiene firme y ahora disfruta de una Reserva Federal estadounidense (Fed.) con una actitud más conciliadora.
China ha demostrado una cierta debilidad, aunque no una marcada desaceleración. Los últimos datos revelan que la reducción de las exportaciones de China a los Estados Unidos fueron compensadas con el fortalecimiento de las exportaciones al resto del mundo. La debilidad en Europa es más pronunciada, sobre todo en Alemania, como lo han reflejado los últimos datos del producto interior bruto. No obstante, no se trata en absoluto de un colapso.
La economía estadounidense sigue creando empleos a un ritmo firme, incluso con la tasa de desempleo más baja de los últimos 50 años. Los salarios y las retribuciones de los empleados crecieron un 4,7 % en 2017, un 5 % en 2018 y un 5,1 % en la primera mitad de este año.1 El consumo de los hogares potencia la economía y la tasa de ahorro de los hogares desde junio de este año es del 8,1 %.2
En resumen: los datos económicos no muestran evidencia de que los Estados Unidos o la economía global estén próximos a una recesión.
Los mercados de bonos del Estado siguen distorsionados por el papel clave que aún desempeñan los bancos centrales. Ahora la Fed ha recortado los tipos de interés y ha anunciado la posibilidad de nuevas reducciones. Por su parte, el Banco Central Europeo ha abierto la puerta a la reanudación de la expansión cuantitativa. Los principales bancos centrales están prácticamente invitando a los inversores a desconocer los datos económicos y a apostar por menores rendimientos.
Por lo tanto, creo que los mercados de renta fija están apostando por la Fed y la Fed ha adoptado una actitud más conciliadora, ignorando los datos económicos. No obstante, esta apuesta por la Fed no da señal alguna sobre el rumbo de la economía. En otras palabras, creo que la curva de rendimiento del Tesoro no tiene valor alguno como indicador de una posible recesión. Por el momento, es simplemente un buen indicador de la actitud conciliadora de la Fed y una señal de cierto pánico en los mercados.
Los mercados y la Fed parecen estar mirándose el uno al otro, alimentando sus propios miedos e ignorando por completo lo que está sucediendo en la economía real.
¿Cuáles son los riesgos?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido. Los precios de los bonos generalmente varían en sentido opuesto a los tipos de interés. Por lo tanto, la cartera puede verse depreciada durante el proceso en que los bonos mantenidos en ella ajustan sus precios al aumento de los tipos de interés. Las inversiones en valores de títulos extranjeros conllevan riesgos especiales, como las fluctuaciones cambiarias, la inestabilidad económica y los acontecimientos políticos adversos. Las inversiones en países con mercados emergentes implican mayores riesgos relacionados con los mismos factores, además de los asociados con el menor tamaño de estos mercados, la menor liquidez y la falta de marcos jurídicos, políticos, empresariales y sociales establecidos para respaldar los mercados de valores. Tales inversiones podrían experimentar una volatilidad de precios significativa en un año determinado.
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1. Fuente: Oficina de Análisis Económico de EE. UU.
2. Fuente: Íbid.