Beyond Bulls & Bears

Renta Variable

Volatilidad del mercado estadounidense e insomnio estival

El verano de 2019 les ha traído a los inversores en renta variable muchas razones para preocuparse. Sin embargo, Grant Bowers, de Franklin Equity Group, afirma que la situación del mercado alcista de renta variable de EE. UU. no debería de ser una de ellas, al menos no por el momento. A continuación, analiza cuál es el mayor motor del crecimiento tanto para la economía mundial como para la estadounidense y explica por qué le parecen tan favorables las perspectivas a largo plazo de determinadas empresas de los sectores tecnológico y de la atención sanitaria.

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Este verano, los inversores se han enfrentado a una serie de titulares importantes para los mercados sobre diversos temas, desde la política hasta el comercio mundial o los tipos de interés. Recientemente, el de la curva de rendimiento del Tesoro de EE. UU., que llevó a algunos analistas a sugerir que se vislumbraba una recesión o desaceleración del mercado estadounidense.

En nuestra opinión, este debate acerca del punto del ciclo económico en que nos encontramos y cuándo viviremos la siguiente desaceleración o recesión afectará a la renta variable estadounidense en lo que queda de 2019. Ya se ha hablado mucho sobre la duración del actual mercado alcista.

El envejecimiento del mercado alcista de la renta variable de EE. UU.

Si bien no esperamos que los mercados mantengan una tendencia ascendente para siempre, la historia nos ha demostrado que los mercados alcistas no suelen morir solo a causa del paso del tiempo. Estos son los tipos de problemas que han conducido al fin de los mercados alcistas en el pasado:

  • un rápido aumento de la inflación o los tipos de interés,
  • la creación de burbujas o excesos especulativos,
  • perturbaciones geopolíticas que repercuten en la demanda.

El actual mercado alcista de renta variable estadounidense ha durado más de una década, lo cual es un período extenso con respecto a los estándares históricos. Sin embargo, también ha sido muy superficial y lento en comparación con los últimos períodos de expansión económica. La lentitud del ritmo de crecimiento es el resultado de la gravedad de la crisis financiera mundial de hace una década, así como del entorno de bajos niveles de inflación y de tipos de interés que vino después.

Teniendo en cuenta el moderado ritmo de crecimiento de esta recuperación durante los últimos diez años, no es sorprendente que la expansión del mercado haya durado más de lo que muchos esperaban. Tampoco nos sorprende que no haya generado los niveles de exceso que suelen empezar a aparecer a estas alturas del ciclo.

Transformación digital

En nuestra opinión, el mayor motor de crecimiento tanto para la economía estadounidense como para la mundial es la amplia transformación digital que se está produciendo en todos los niveles (particulares, empresas y gobiernos). Las empresas que se adaptan al nuevo panorama digital para mejorar sus operaciones, reducir los costes o establecer contactos con sus clientes seguirán siendo competitivas en el mercado mundial. Creemos que este seguirá siendo un ámbito en el que invertir este año y en momentos posteriores, incluso a pesar del envejecimiento del ciclo económico.

Lo que se originó en el sector tecnológico está avanzando más allá de la tecnología y empezando a afectar a los mercados de forma más generalizada. Cada vez hay más empresas que se dan cuenta de que deben cambiar rápidamente para adaptarse a un mundo digital orientado a los datos si no quieren afrontar perturbaciones.

En los últimos años, este tema de la transformación digital se ha desarrollado también en los sectores de las ventas minoristas y los medios de comunicación. Ahora estamos empezando a observar que lo mismo sucede en los sectores del transporte, la educación, la atención sanitaria y los servicios financieros.

Por este motivo, nos concentramos en los ámbitos de la tecnología que producen efectos revolucionarios, como el software y los servicios, internet y los semiconductores. Las empresas que pertenecen a estos sectores suelen ser las piezas fundamentales para la transformación digital en todos los sectores o industrias.

Atención sanitaria

También mantenemos una perspectiva favorable a largo plazo en cuanto al sector de la atención sanitaria. En nuestra opinión, el envejecimiento de la población a escala mundial, así como el aumento de la clase media en los mercados emergentes, dará lugar a un aumento del consumo de servicios sanitarios e incrementará la demanda de mejores tratamientos y remedios.

Creemos que este factor favorable a nivel demográfico, combinado con la innovación en el desarrollo de fármacos y la tecnología médica, también está creando numerosas oportunidades de inversión. Existe una creciente clase media en todo el mundo que demanda cada vez mejores tratamientos y resultados en el ámbito de la atención sanitaria. Según nuestro criterio, los fabricantes de productos sanitarios y las empresas de tecnología médica, así como muchas empresas farmacéuticas y biotecnológicas, redoblarán sus esfuerzos para dar respuesta a esa demanda.

Posibles riesgos para nuestra perspectiva

Debe reconocerse que tanto el sector de la tecnología de la información como el de la atención sanitaria han afrontado tradicionalmente episodios de volatilidad a corto plazo. En concreto, el sector de la tecnología de la información podría verse afectado por las tensiones comerciales entre EE. UU. y China si estas se intensifican o se prolongan durante más tiempo.

Las relaciones comerciales entre EE.UU. y China son un tema complejo que puede tener importantes repercusiones en el comercio mundial y el crecimiento económico. Estamos analizando las negociaciones de cerca para entender nuestra posible exposición.

Pese a la retórica, seguimos creyendo que el proceso se parece más a una negociación que a una guerra comercial. Como consecuencia, en nuestra opinión, los períodos de volatilidad del mercado constituyen una oportunidad para aumentar la posesiones de las empresas que nos interesan a precios más atractivos.

También creemos que existen riesgos de aumento de la inflación en EE. UU. El empleo estadounidense ha sido sólido, los salarios están repuntando y los precios, aumentando moderadamente.

Como inversores a largo plazo, consideramos que una investigación rigurosa de los fundamentos de empresas concretas añadirá valor a nuestras carteras a lo largo del tiempo. Por lo tanto, preferimos seguir concentrándonos en la selección de acciones frente a las macropredicciones. Incluso con esa confianza, la reflexión sobre los futuros movimientos de todas las piezas de ajedrez en la economía mundial sigue produciéndonos insomnio.

 

Los comentarios, las opiniones y los análisis recogidos aquí tienen carácter meramente informativo, por lo que no deben interpretarse como un asesoramiento de inversión individual ni como una recomendación para invertir en un valor o adoptar cualquier estrategia de inversión. Debido a la celeridad con que pueden cambiar las condiciones económicas y de mercado, los comentarios, las opiniones y los análisis recogidos aquí son válidos sólo en la fecha de su publicación y pueden variar sin previo aviso. Este artículo no pretende ser un análisis completo de cada hecho relevante en relación con cualquier país, región, mercado, sector, inversión o estrategia.

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¿Cuáles son los riesgos?

Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido.Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado. La inversión en sectores de rápido crecimiento, entre los que se encuentra el tecnológico (que históricamente ha sido volátil), podría dar lugar a un aumento en la fluctuación de los precios, especialmente a corto plazo, debido al rápido ritmo de los cambios y al desarrollo de productos, así como a los cambios en la normativa estatal que se aplica a las empresas, que ponen de relieve el progreso científico o tecnológico. Los títulos de estilo valor puede que no se aprecien como se preveía o incluso podrían perder valor. Las cotizaciones de los títulos de estilo «growth» reflejan previsiones de beneficios o ingresos futuros y, por lo tanto, pueden bajar drásticamente si la empresa no logra cumplir esas previsiones.