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Apartados para el blog y la página Perspectivas:
- «En mi opinión como inversor centrado en el estilo growth en EE. UU., tenemos que reconocer que lo que ha estado impulsando la tecnología en realidad ha sido esa idea de transformación digital y cómo está afectando a la economía mundial… Creemos que el resultado electoral simplemente refuerza esa perspectiva» (Grant Bowers).
- «Desde el punto de vista electoral, uno de los aspectos que han resultado favorables para la atención sanitaria es que, al diversificar los votos y existir una división entre el Senado y la Cámara, se elimina una de las mayores amenazas en torno al sector sanitario» (Grant Bowers).
- «Pienso que estamos en una fase final que, en última instancia, nos preocupa más que al ciudadano medio en mi opinión, es decir, la posible inflación, la subida de los tipos de interés, la depreciación de la divisa estadounidense, etc.» (Alan Bartlett).
- «La realidad para nosotros es que, si la actividad gubernamental actual triunfa, es inevitable que haya inflación y, finalmente, termine el ciclo. Si la intervención gubernamental no triunfa, entonces es inevitable que se prolongue la recesión» (Alan Bartlett).
Transcripción:
Stephen Dover: Grant, empezaremos con usted. ¿Cómo han influido los resultados relativos a las elecciones y las ganancias de la última semana, e incluso la COVID-19, en su opinión sobre los mercados o sectores?
Grant Bowers: Me resulta bastante interesante ver cómo se están desarrollando las elecciones aparentemente, en un contexto caracterizado por los votos desdoblados o diversificados, con Joe Biden en la Casa Blanca y un Senado dividido entre republicanos y demócratas, lo que sigue reforzando la idea de que probablemente se mantenga un entorno favorable para las empresas y el crecimiento económico en EE. UU. A mi juicio, es probable que muchos de los grandes miedos relativos a las políticas que albergaba la gente por una posible ola azul que cambiase la situación de manera drástica se vean relegados a un segundo plano, y creemos que existen más probabilidades de que la situación económica actual se mantenga.
Stephen Dover: Alan, sé que usted adopta un planteamiento mucho más global. Pero ¿qué opina con respecto a esta última semana y qué tiene en mente en lo que a los temas se refiere?
Alan Bartlett: Bajo mi punto de vista, en general, hemos tratado de velar por que nuestras carteras sean muy resilientes. Por lo tanto, nuestras estrategias están muy centradas en una amplia diversificación, ya que, en momentos de incertidumbre, lo que realmente se busca es garantizar una diversificación sólida basada en los fundamentos. Con relación a las valoraciones, encontramos más oportunidades fuera de EE. UU., es decir, Japón probablemente sea nuestra exposición más diferenciada en ese sentido. Considero que reúne gran parte de los aspectos positivos de algunos de los temas que han servido de impulso a EE. UU. a efectos de tecnología y crecimiento, pero con un precio considerablemente más reducido. En EE. UU., hemos tenido dificultades con la tecnología desde la perspectiva de las valoraciones. Nos encanta el crecimiento y la tecnología, pero, desde el punto de vista de las valoraciones, resultan más difíciles. Por lo tanto, tratamos de seleccionar algunos de los temas centrales que han venido impulsando el mercado y buscamos beneficiarios en mayor medida en los descuentos de término medio. Entonces sí contamos con exposición a acciones tecnológicas, pero tienden a ser cosas como acciones tecnológicas relacionadas con la industria del turismo, por ejemplo, porque, por motivos evidentes, sus precios presentan un descuento considerable.
Stephen Dover: A mi parecer, es probable que uno de nuestros principales intereses en estos momentos sean los sectores, así que hablemos de ellos. En primer lugar, el líder del mercado esta semana, o incluso este año, ha sido el sector tecnológico. Grant, ¿qué opina de dicho sector? ¿Cómo lo ve de cara al futuro?
Grant Bowers: Nos sigue gustando la tecnología. En mi opinión como inversor centrado en el estilo growth en EE. UU., tenemos que reconocer que lo que ha estado impulsando la tecnología en realidad ha sido esa idea de transformación digital y cómo está afectando a la economía mundial. El cambio de un mundo analógico a un mundo verdaderamente digital todavía está empezando a adoptarse. Observamos una expansión más allá de la tecnología para llegar a otros sectores del mercado. Así, en calidad de inversores, seguimos adoptando una actitud positiva con respecto a la tecnología. Creemos que el resultado electoral simplemente refuerza esa perspectiva. La función de la tecnología como motor de cambio no dejará de crecer en el próximo decenio. Vamos a ser testigos de cómo el entorno actual de la COVID-19, donde hay una fuerza laboral distribuida y los consumidores se están adentrando en nuevas formas de comprar, nuevas formas de vender y nuevas formas de interactuar, solo favorecerá una mayor adopción. Estamos descubriendo que muchos de nuestros grandes temas de inversión en tecnología en realidad se están acelerando en el contexto de la COVID-19. En nuestra opinión, gran parte de todo esto va a continuar así. No creemos que los consumidores vayan a volver a los antiguos planteamientos tradicionales con los que concebían la compra y la venta de productos. Otro aspecto que me parece realmente importante vigilar dentro de la tecnología es la idea de un proyecto de ley sobre infraestructura. Creemos que cualquier proyecto de ley en materia de infraestructura incluirá una gran asignación para la tecnología, el acceso de banda ancha, la infraestructura 5G y esa clase de cosas. Y, por último, las tensiones con China ocupan un primer plano en el sector tecnológico. Creo que los inversores deben reconocer que las tensiones con China continuarán, independientemente de quién esté en la Casa Blanca. En nuestra opinión, según las perspectivas actuales, las tensiones entre EE. UU. y China serán un campo de batalla constante y acapararán titulares, lo que generará volatilidad para los inversores, pero, al final, ambas partes se necesitan la una a la otra y encontraremos formas de trabajar juntos.
Stephen Dover: Grant, probablemente una de las principales cuestiones que siempre se nos plantean sobre la tecnología es que, en efecto, está creciendo y brinda numerosas oportunidades, pero lleva todo el año o más bien los últimos años superando enormemente la rentabilidad de otras partes del mercado, tanto en términos absolutos como relativos. En ese sentido, ¿cree que todavía reside una gran cantidad de valor en la tecnología?
Grant Bowers: En mi opinión, si se describe el valor en el sentido clásico referente a las valoraciones relativas baratas, me parece difícil argumentar que la tecnología es barata con relación al mercado. Sin embargo, si analizamos los fundamentos de la tecnología, los perfiles de crecimiento sostenible a largo plazo que vemos en muchas empresas, las grandes oportunidades transformadoras de los mercados que están teniendo lugar y las innovaciones que se están produciendo en muchos de esos mercados, que están revolucionando por completo las viejas industrias, las perspectivas para la tecnología nos siguen pareciendo extremadamente prometedoras. Desde el punto de vista de las valoraciones, la tecnología se sigue negociando con una prima respecto al mercado general, pero solo alrededor de una desviación estándar por encima de su norma histórica, en el segmento superior, por tanto, del mercado general. No obstante, la tecnología está respaldada por los cuantiosos flujos de caja y la increíble rentabilidad de esas empresas. En ocasiones, los inversores establecen una comparación con la burbuja puntocom y dicen: «¿No es justo lo mismo que la última vez?». Bien, si analizamos los fundamentos reales, hace unos diez años que la tecnología llegó a un punto de inflexión en cuanto a la rentabilidad y estas empresas, ya sean de software o de hardware, están generando cantidades ingentes de flujos de caja. Estamos asistiendo a aumentos de los dividendos en muchas empresas, rendimiento de capital, recompras de acciones y un contexto sólido y firme de fusiones y adquisiciones. Considero que, en líneas generales, el panorama de la demanda global a largo plazo con relación a la tecnología es muy sólido, lo que constituye una base bastante buena para el sector en general. Las valoraciones irán y vendrán y existen áreas tecnológicas que son caras, pero también hay otras que, de algún modo, se dejan atrás en este mercado. Creemos que hay oportunidades ahí fuera y en esas esferas, como inversores centrados en el estilo growth. Seguro que Alan incluso es capaz de encontrar algunas oportunidades tecnológicas en el ámbito del valor también.
Alan Bartlett: Invertiremos en cualquier sector y en cualquier tipo de empresa, siempre que las valoraciones sean razonables. A mi juicio, el aspecto esencial para nosotros es la orientación de cara al futuro. Creo que muchos de los argumentos relacionados con el crecimiento y el valor se centran mucho en los datos históricos, por ejemplo. No somos muy partidarios de la versión orientada hacia el pasado de la inversión de estilo value. No consideramos que una acción sea barata simplemente porque presente un descuento con respecto al mercado sobre la base de la ratio precio/beneficios o precio/valor contable actual, por ejemplo. Nuestro enfoque de análisis más bien se orienta de cara a los tres, cuatro, cinco o seis años siguientes, o incluso más, para tratar de descubrir quiénes saldrán ganando a largo plazo, aunque, en última instancia, relacionamos todo eso con los precios. La dificultad que encontramos en la tecnología en general es justo esa, que la revaloración que ha tenido lugar en ese segmento no siempre nos parece razonable.
Por otra parte, no queremos asumir riesgos crediticios, ya que la cantidad de apoyo que los gobiernos han proporcionado a la economía este año ha desinflado de un modo artificial los costes de capital en el caso de muchas empresas. Por tanto, creemos que muchas de las denominadas acciones de estilo value presentan importantes riesgos ligados a sus balances de cara al futuro, mientras que, en el plano de mayor crecimiento, se encuentra el riesgo de las valoraciones fundamentales. La prima con respecto a otras empresas disponibles para nosotros no está justificada.
Stephen Dover: Pasemos a otro sector; me gustaría dirigir una pregunta sobre el sector sanitario a Grant en primer lugar. No cabe duda de que es el sector, al menos en Estados Unidos, en el que han repercutido esta semana de elecciones y los resultados de dicha semana. Grant, ¿qué piensa del sector sanitario?
Grant Bowers: Creo que seguimos manteniendo el positivismo con respecto al sector sanitario en general. A nuestro juicio, las perspectivas a largo plazo para el sector sanitario mantienen su solidez gracias a un contexto caracterizado por una especie de tendencia demográfica mundial al envejecimiento de la población y un aumento de la clase media, ya que todo ello genera la demanda de un mayor acceso a la atención sanitaria y una mejora de las curas, los tratamientos y los resultados de la industria sanitaria. Creemos que, a más largo plazo, las industrias farmacéutica, biotecnológica y de los servicios y productos sanitarios aumentarán en EE. UU. y en todo el mundo para satisfacer esa demanda. Desde el punto de vista electoral, uno de los aspectos que han resultado favorables para la atención sanitaria es que, al diversificar los votos y existir una división entre el Senado y la Cámara, se elimina una de las mayores amenazas en torno al sector sanitario, es decir, el sistema de pagador único o el plan sanitario patrocinado por el gobierno del que hablaron algunos sectores del Partido Demócrata. Creo que, una vez eliminado ese factor, desaparece uno de los aspectos más negativos que se cernían sobre el sector sanitario. Por lo tanto, mantenemos una postura positiva con respecto a las perspectivas a largo plazo del crecimiento secular en la atención sanitaria. Asimismo, conservamos el positivismo con respecto a la función de la atención sanitaria en nuestro mundo, en constante evolución. Bajo nuestro punto de vista, las innovaciones que van a tener lugar en la atención sanitaria cambiarán por completo nuestra forma de vida y nuestra concepción del acceso a la medicina y de la telemedicina. El enfoque estará más centrado en los datos, más basado en la precisión y más personalizado. Desde la perspectiva de los inversores, vemos una gran cantidad de oportunidades ahí, ya que la atención sanitaria, en cierto modo, está pasando de ser un negocio tradicional clásico a uno mucho más transformador centrado en el consumidor y en los aspectos digitales, con el objeto de satisfacer esa ingente demanda mundial que creemos que habrá en el próximo decenio. Por tanto, desde el punto de vista de las inversiones, creo que tenemos el mejor resultado electoral posible. A mi juicio, el perfil de crecimiento secular a largo plazo de la atención sanitaria mantiene su solidez.
Stephen Dover: Volviendo a usted, Alan, con relación a las esferas que, al menos desde un punto de vista tradicional, se han incluido en los índices de valor, es decir, los sectores financiero y energético, ¿cuáles son sus perspectivas con respecto a esos dos sectores? ¿Dónde cree que se encuentran las oportunidades y qué esferas se deben evitar?
Alan Bartlett: Sí, las dos constituyen esferas muy interesantes para cualquier inversor del estilo value, porque ambas son muy económicas a simple vista. No cabe duda de que, si analizamos las petroleras integradas, los rendimientos de los flujos de caja disponibles de muchas de esas empresas permitirían comprar la totalidad de su capitalización bursátil en un plazo de cinco o seis años. Nuestras estrategias se encuentran bastante subponderadas en la energía y los bancos en particular, ya que, para nosotros, el precio no es lo único que importa a la hora de invertir en una empresa. Necesitamos lograr un equilibrio entre el precio y el perfil de crecimiento a más largo plazo. Por consiguiente, es evidente que existe cierta amenaza ambiental de los factores ESG [ambientales, sociales y de gobernanza] para las acciones energéticas. Sin embargo, un aspecto que reviste mayor importancia para nosotros es que, sencillamente, no consideramos que sean sectores especialmente defensivos ante una futura contracción de los mercados, por lo que habrá mejores oportunidades de comprarlos con el tiempo. En el plano bancario, los bancos sí parecen muy baratos en términos de precios o a más largo plazo. No obstante, ahí el problema es solo que no hemos llegado a ver el ciclo de crédito todavía. En mi opinión, en lo que a los bancos se refiere, hasta que veamos un avance del ciclo de crédito, hasta que veamos de algún modo la evolución del inevitable ciclo de quiebras, la participación en los bancos de los mercados desarrollados conllevará riesgos. Quizás algunos de ellos ya se estén enfrentando a situaciones crónicas y los mercados emergentes sean más interesantes. Pero, en el caso de los inversores de estilo value, donde muchas personas podrían esperar una exposición sustancial a las acciones de los sectores energético y bancario, no contamos con esa exposición; en el pasado sí la tuvimos, pero creemos sinceramente que las cosas cambiaron en febrero. Nos ponemos a prueba constantemente en este segmento, pero, a nuestro juicio, la paciencia es la actitud adecuada en estos momentos con relación a esas esferas.
Stephen Dover: Alan, otro tema sobre el que nos preguntan mucho y que afecta a los gestores de estilo value son las acciones cíclicas. ¿Qué opina de ellas?
Alan Bartlett: A más largo plazo, adoptamos una postura más cauta, aunque en realidad contamos con una exposición bastante importante a las acciones cíclicas, en particular en el sector industrial. Creo que, independientemente de si las elecciones las gana Trump o Biden, va a haber estímulos fiscales. Así pues, en los últimos días, han surgido muchas preguntas y opiniones acerca de cuál será exactamente la envergadura de dichos estímulos. En estos momentos, el único discurso de apoyo de los mercados es el estímulo fiscal y, por supuesto, llegará hasta muchas de las acciones más cíclicas. Por consiguiente, hemos invertido en los lugares donde hemos logrado encontrar exposiciones interesantes a precios razonables. Así, en lugar de asumir gran parte de nuestro riesgo cíclico en bancos y acciones energéticas, lo hemos asumido en mayor medida en el consumo, aunque también en empresas cíclicas industriales directamente. Pienso que estamos en una fase final que, en última instancia, nos preocupa más que al ciudadano medio en mi opinión, es decir, el inversor medio en estos momentos: la posible inflación, la subida de los tipos de interés, la depreciación de la divisa estadounidense, etc. Así que vigilamos todo eso muy de cerca. Al mismo tiempo, sabemos que los gobiernos simplemente van a gastar dinero hasta que no puedan seguir haciéndolo. Y eso se va a notar en los bolsillos de la gente y se va a notar en la infraestructura y en las acciones industriales en general. Así que es preferible que nos centremos en eso que en innumerables empresas tecnológicas que se cotizan a 50 veces las ventas, por ejemplo.
Stephen Dover: Grant, quizá podría hablarnos un poco del sector del consumo y darnos su opinión sobre las acciones cíclicas.
Grant Bowers: Totalmente. El sector del consumo me parece interesante. Creo que, en muchos sentidos, se encuentra en el epicentro de la COVID-19. Si pensamos en los viajes, los hoteles, las acciones minoristas, etc., muchos de esos sectores se han visto tremendamente afectados por esta situación. Así que supongo que la verdadera pregunta es: ¿ha creado oportunidades para los inversores? Sí que hemos encontrado ciertas oportunidades en el sector del consumo. Bajo nuestro punto de vista, algunas de las empresas relacionadas con los viajes al final se recuperarán, ya que se trata de empresas excepcionales con sólidos perfiles de crecimiento a largo plazo. Los consumidores gastarán su dinero de una manera diferente; interactuarán con las empresas de una manera diferente; y se adentrarán en muchas formas nuevas de enfocar su vida. Cierta parte de todo eso ya no va a desaparecer. En mi opinión, en ese sentido, hay oportunidades para algunas de esas empresas nuevas, ya sea comercio electrónico, acceso a atención sanitaria o esa clase de cosas, o el ejercicio en casa, y algunas de esas novedades se mantendrán. Sin embargo, en muchos ámbitos, creo que los consumidores volverán a sus anteriores costumbres de gasto. Veremos cómo los consumidores reanudan los viajes cuando se sientan seguros. Pienso que la COVID-19 pasará y que llegaremos a eso. Si pensamos en el mercado inmobiliario en EE. UU., estamos asistiendo a un gran repunte de la vivienda, ya que los millennials y muchos consumidores se están marchando de las ciudades, hay cierta mentalidad de desurbanización. Están comprando casas, creando unidades familiares y gastando dinero en todo lo que eso implica, desde el mobiliario hasta la adquisición de electrodomésticos; es decir, no solo se trata de comprar la casa, sino también automóviles y todo ese tipo de cosas. Por lo tanto, creemos que, en realidad, hay un empuje bastante favorable para el consumo y, a medida que el empleo mejore y salgamos de la COVID-19 de cara al próximo año, las perspectivas que tenemos por delante y que realmente esperamos serán bastante prometedoras para el consumo. Aunque el camino hasta ahí será complicado.
Stephen Dover: Bien, gracias. Grant, háblenos brevemente de su exposición al sector financiero, que quizás difiera de lo que la gente podría esperar.
Grant Bowers: Sí, es diferente. Nos gusta mucho el sector financiero, pero diría que estamos totalmente de acuerdo con Alan, en el sentido de que tenemos una exposición muy escasa o nula a las empresas bancarias y sensibles a los tipos de interés. Pese a que el sector bancario financiero de EE. UU. es bastante sólido, no vemos que vaya a volver a los niveles de crecimiento y rentabilidad registrados ni siquiera antes de la crisis financiera. Por tanto, al analizar el sector financiero como inversores de estilo growth, vemos un mercado de 20 billones de USD que en realidad está anclado en sus antiguos procesos de tipo analógico. Con relación a esa idea que mencioné antes de la transformación digital, de llevar la tecnología más allá a todos estos otros sectores, el sector financiero ofrece una de las mayores oportunidades que existen ahí fuera. Consideramos que residen innumerables oportunidades en los proveedores de datos para el sector financiero, a la hora de migrar la parte administrativa de los bancos de un tratamiento en papel a una digitalización más electrónica de la experiencia bancaria del cliente. Uno de los temas que tratamos a nivel interno es: ¿cómo serán los bancos en el futuro? Pensamos que los bancos del futuro serán más digitales y más personales. Todo tendrá lugar en tiempo real y, en muchos sentidos, también serán más sociales. Entonces, se va a producir una alteración del modelo bancario tradicional consistente en la sucursal bancaria minorista, en ir a hacer un depósito y hablar con el personal de caja, y se va a adoptar un enfoque mucho más centrado en el consumidor. Eso genera una gran cantidad de oportunidades de inversión para nosotros. En resumen, nos gusta el sector financiero, solo que no el sector bancario tradicional, algo que no difiere mucho, en mi opinión, de lo que comentaba Alan a su vez sobre cierta parte del sector financiero.
Stephen Dover: Alan, ¿hay algo que le desvele por la noche? ¿Qué riesgo de los que podrían afectar al mercado le preocupa?
Alan Bartlett: Creo que la sostenibilidad en términos de contexto macroeconómico. Considero que hay una gran diferencia entre la recuperación de esta terrible recesión, algo que no cabe duda de que va a suceder, y lo que realmente es la demanda a largo plazo en una economía donde ha aumentado de manera ingente la deuda y acuciada por numerosos problemas. Así que debemos moderar el entusiasmo con realismo a la hora de contemplar el panorama a más largo plazo. La realidad para nosotros es que, si la actividad gubernamental actual triunfa, es inevitable que haya inflación y, finalmente, termine el ciclo. Si la intervención gubernamental no triunfa, entonces es inevitable que se prolongue la recesión. Por lo tanto, nos encontramos en una situación meticulosamente equilibrada. Sí mostramos un gran optimismo acerca de que, a medida que la realidad evolucione a lo largo del próximo año, la volatilidad recaerá en mercados de los que podemos sacar partido. Dado que hemos realizado el trabajo necesario con las acciones, sabemos qué precios son razonables, sabemos dónde queremos estar y tenemos un enfoque centrado en la diversificación, podemos aprovecharlo todo a fin de adquirir gangas para nuestros clientes.
Stephen Dover: Rápidamente, Grant, ¿hay algo que no le deje dormir? ¿Qué preocupaciones alberga con respecto al mercado?
Grant Bowers: Creo que probablemente nosotros albergamos una preocupación doble. En primer lugar, a pesar de las elecciones y de todo lo que está sucediendo en la economía, la COVID-19 es el factor predominante que subyace a estos mercados y a la economía. Hasta que tengamos una cura o un tratamiento, o hasta que desaparezca la COVID-19, no es posible obtener una visión real de la auténtica demanda económica de EE. UU. ni del mundo, ya que la situación está completamente distorsionada y todo está eclipsado por la enfermedad. Si nos deshacemos de todo eso y miramos hacia el siguiente nivel, diría que, en cierta medida, estoy de acuerdo con Alan: probablemente la inflación sea uno de los mayores riesgos para el mercado. La Fed básicamente ha afirmado que mantendrá los tipos bajos durante más tiempo. Permitirán el calentamiento de la economía con una mayor inflación; el poder deflacionario a más largo plazo y las fuerzas, no solo de la tecnología, sino de gran parte de lo que comentamos en nuestros grandes temas de transformación digital, limitarán la inflación, lo que dará lugar a un entorno bastante bueno y a un contexto sostenible. Por tanto, diría que nos mostramos mucho más positivos respecto a EE. UU. y a la sostenibilidad del crecimiento en dicho país. Creemos que la renta variable estadounidense, en especial la renta variable de estilo growth, seguirá ofreciendo buenos resultados en un entorno caracterizado por unos tipos de interés reducidos y una inflación relativamente baja, donde están teniendo lugar cambios extraordinarios. Todo esto está generando una gran cantidad de oportunidades para nosotros como inversores en este mercado.
Stephen Dover: Muchas gracias. Gracias, Grant. Gracias, Alan.
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