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La «llegada a la Luna» de Europa

Aunque el año 2020 planteó numerosos desafíos e incertidumbres para los inversores en Europa, Katrina Dudley y Mandana Hormozi, gestoras de carteras de Franklin Mutual Series, tienen motivos para ser optimistas de cara al futuro. Por tanto, presentan un resumen de los factores positivos a largo plazo que muchas personas podrían estar pasando por alto.

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En 2020, la renta variable europea fue uno de los mercados con peor rentabilidad debido a los estragos ocasionados por la COVID-19, y muchas acciones se vieron sujetas también a limitaciones de dividendos. Sin embargo, en nuestra opinión, a medida que avance el año 2021, Europa debería verse beneficiada por una recuperación económica en forma de V, dado que la difusión de la vacuna resultará favorable para todas las economías. Si bien, en un primer momento, parecerá que la distribución de la vacuna es lenta, nos parece probable que esta se acelere y que los beneficios se extiendan exponencialmente. Por otra parte, por fin disponemos de una resolución para el brexit y la disipación de la incertidumbre debería resultar beneficiosa para determinadas acciones, por ejemplo, las acciones nacionales del Reino Unido, que presentan valoraciones bajas. Muchos inversores ven aspectos negativos a corto plazo en Europa, al tiempo que las expectativas son bajas. No obstante, consideramos que hay muchas razones para ser optimistas a más largo plazo.

Un análisis de los factores positivos en Europa

Europa alberga muchos países con diversas culturas y perspectivas, así como algunos de los productos interiores brutos (PIB) per cápita más altos del mundo. La Unión Europea (UE), que representa a un subconjunto de esos países, ha ayudado a aumentar la cohesión de la región, por ejemplo, con la moneda única, la inmigración y los viajes entre países, y el presupuesto común de la UE. Desde la crisis financiera mundial, hace una década, a la que ninguna economía ni ningún mercado de valores fue inmune, el PIB se ha duplicado tanto en Estados Unidos como en Europa. Pese a las similitudes de esos resultados económicos, el mercado de valores de la región europea registró una rentabilidad inferior, en particular con respecto a Estados Unidos.

Creemos que los inversores no están prestando atención a muchos de los factores positivos de Europa; los países europeos son líderes mundiales en innumerables esferas. Una de esas esferas es la inversión ecológica, que logra un planeta mejor para las generaciones futuras.

Aunque existe la creencia popular de que Europa se encuentra excesivamente regulada, consideramos que esta conclusión presenta otra vertiente: Europa se sitúa al mismo tiempo a la cabeza en lo que respecta a la protección de la privacidad de los datos de sus ciudadanos. Asimismo, está haciendo que las empresas rindan cuentas por ostentar demasiado poder, lo que promueve la competencia y permite que las compañías de menor tamaño accedan a esos mercados. Por último, ha sido una región líder en lo que a la gestión de la COVID-19 se refiere y ha utilizado la crisis para estrechar más los lazos existentes en la región.

Taxonomía verde

Pese a que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, tiene metas ambiciosas en materia de ecología, Europa se sitúa en la vanguardia de la inversión ambiental. Dado el porcentaje de electricidad que se genera a partir de recursos renovables (por ejemplo, los parques eólicos marinos en la costa alemana, la energía hidroeléctrica generada en el norte de Europa y su compromiso con el Acuerdo de París, relativo al clima), Europa encabeza el panorama verde a nivel mundial. A finales de 2019, la Comisión Europea aprobó el Pacto Verde, cuyo objetivo principal consiste en lograr la neutralidad climática en Europa para 2050. El Pacto Verde Europeo es amplio y está diseñado para ofrecer igualdad de condiciones para todos y velar por que las empresas que operan en Europa no sufran desventajas competitivas al invertir en pro del planeta. El plan engloba la imposición de gravámenes ligados al carbono en los productos que se importan a Europa desde países que carecen de unas medidas similares en materia de contención del carbono, incentivos para la transición de los combustibles fósiles y apoyo al «ecocapitalismo».

Otras de las iniciativas del nuevo Pacto Verde se centran en la movilidad sostenible. El transporte ferroviario es uno de los medios de transporte más adecuados en términos de emisiones de carbono. La mejora de las redes ferroviarias y el aumento de la penetración del transporte ferroviario (tanto de mercancías como de personas) resultará beneficioso para las empresas vinculadas a una determinada infraestructura de ferrocarriles. Las empresas que ofrecen sistemas de sujeción, tecnologías de traviesas y servicios de mantenimiento pueden ayudar a las redes ferroviarias a modernizar sus vías férreas si procede, a mejorar las condiciones de las vías y los desvíos existentes, y a reducir el tiempo de inactividad de los trenes debido a cortes imprevistos de las redes ferroviarias a través de la vigilancia digitalizada de su estado.

Bajo nuestro punto de vista, el nuevo Pacto Verde sitúa a Europa a la cabeza del movimiento mundial hacia la creación de un planeta más sostenible. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comparó este avance europeo con «la llegada del hombre a la Luna», y estamos de acuerdo con ella.

Protección de datos

La privacidad y la protección de datos han constituido un tema de interés para muchos ciudadanos, y Europa ha ido por delante de otras naciones a la hora de proteger la privacidad y los datos. El 25 de mayo de 2018, entró en vigor el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), con el que se pusieron en práctica algunas de las leyes más estrictas del mundo en materia de privacidad y seguridad. El Reglamento impone obligaciones a las organizaciones, independientemente de dónde se encuentre su sede, si sus destinatarios son personas de algún país de la UE o si recogen datos relativos a dichas personas. A pesar de que estas disposiciones suponen un coste adicional para las empresas, en nuestra opinión, los beneficios ligados a la seguridad de la información personal y la privacidad de los datos que establecen superan con creces esos costes, de modo que mejoran las condiciones del conjunto de la sociedad.

Aplicación de normativas en la esfera de la tecnología

La UE cuenta con un largo historial de aplicación de medidas estrictas para las empresas tecnológicas. Desde las primeras multas impuestas a Microsoft hasta las medidas más recientes contra las empresas de plataformas y redes sociales: la Comisión ha adoptado una postura firme con respecto a la privacidad de datos, el discurso de odio y las prácticas anticompetitivas. Dada su posición en primera línea de las medidas para la aplicación de la normativa tecnológica, las empresas que ocupan un lugar dominante en Europa son objeto de mayores grados de escrutinio que en otras regiones.

Aunque existe la creencia popular de que estas normas obstaculizan la actividad empresarial, pensamos que este debate presenta otra faceta: las normativas pueden promover la competencia. Al analizar la historia de la aplicación de las normas antimonopolio, es posible que muchos inversores se sorprendan al descubrir que la vibrante industria mundial del software se creó en respuesta a la posible amenaza de una demanda de competencia contra International Business Machines (IBM). IBM había estado ofreciendo paquetes de software y hardware y, al dividir esos dos negocios, las empresas de software empresarial de menor tamaño pudieron acceder a esa industria que estaba creciendo.

Dado que Europa encabeza la aplicación de normativas en el sector de la tecnología, pensamos que podría brindar oportunidades en la región, de modo que las empresas de menor tamaño puedan acceder a mercados donde la posición dominante de unas pocas empresas les impedía avanzar, así como competir en ellos. Esto sitúa a Europa a la vanguardia de la creación de igualdad de oportunidades en la esfera tecnológica.

Respuesta a la COVID-19

Según una encuesta reciente del Pew Research Center, los ciudadanos de los 27 Estados miembros de la UE están, en general, satisfechos con la forma en que sus gobiernos han gestionado la COVID-19, dado que el 71 % de la población está a favor de la respuesta de su país a la pandemia.1 Estos datos contrastan con los de otras regiones, en particular, Estados Unidos y Reino Unido, donde los ciudadanos se han mostrado mucho menos conformes con la respuesta pública a la pandemia; más de la mitad de las personas encuestadas en esos países afirmaron que la respuesta del gobierno era deficiente.2 A nuestro juicio, la mayor eficacia de Europa a la hora gestionar la pandemia debería permitir una recuperación más rápida.

Los beneficiarios de esta recuperación económica de mayor rapidez deberían ser las empresas cíclicas; por ejemplo, un fabricante de productos químicos de bajo coste que podría beneficiarse de la mejora de los mercados finales y, al mismo tiempo, del ajuste de las condiciones de la oferta a raíz del atraso o la cancelación de los proyectos de capital por causa de la pandemia.

Un futuro caracterizado por una mayor unidad

Si bien la respuesta inicial a la COVID-19, a saber, el cierre de las fronteras y la restricción de los desplazamientos, fue contraria al espíritu del Acuerdo de Schengen,3 la cohesión de la región europea está aumentando. Pese a que negociaciones relativas al brexit fueron en algunos momentos conflictivas, probablemente el Reino Unido siga siendo un íntimo asociado de la UE. En la región, la aprobación del Fondo Europeo de Recuperación, que constituye un paquete de subvenciones y préstamos para las regiones más afectadas por la pandemia, logra una unificación más estrecha de la zona desde el punto de vista económico. Asimismo, la emisión de un bono común logra la integración financiera de la región.

Los ciudadanos europeos parecen estar de acuerdo: según el estudio de Pew Research, el 44 % de los encuestados también afirma que el coronavirus ha propiciado una mayor unión del país. En Estados Unidos, el 77 % de los encuestados cree que el país se encuentra más dividido que antes de la pandemia.4

Como inversores, tenemos que centrarnos en el futuro y, al mismo tiempo, estar al tanto del pasado. Consideramos que Europa está actuando como líder en el panorama mundial en muchas esferas, desde las inversiones en energías renovables hasta la protección de datos. Aunque muchos creen que Europa está extremadamente regulada, consideramos que esas normativas pueden aportar beneficios al fomentar una competencia saludable en toda la región de cara al futuro durante muchos años.

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1. Fuentes: Pew Research Center y Foro Económico Mundial, «People in these countries think their government did a good job of dealing with the pandemic», 15 de septiembre de 2020.

2. Ibid.

3. El Acuerdo de Schengen es un tratado que dio lugar a la creación del espacio Schengen en Europa, donde se abolieron la mayor parte de los controles en las fronteras interiores a fin de permitir la libre circulación entre países.

4.Ibid.