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Renta Variable

Desglose de la comunicación: la ruleta de los suscriptores

En la primera de una serie de dos partes sobre el sector de los servicios de comunicación, Mandana Hormozi, de Franklin Mutual Series, desmenuza la guerra del streaming y descubre las oportunidades ocultas que ve entre los escombros.

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El viernes 24 de junio, el FTSE Russell llevó a cabo su reajuste anual del índice. Muchas empresas de servicios de comunicación migraron del índice Russell 1000 Growth al índice Russell 1000 Value. En la primera parte de 2022, los componentes del sector ―que incluyen los servicios de streaming, entretenimiento, medios de comunicación, cable, telecomunicaciones y empresas de medios sociales― han estado bajo presión. Pero, ¿por qué? Y en medio de la caída de los precios de las acciones, si se sabe dónde buscar, ¿habrá todavía lugares para encontrar valor en el sector?

La danza de la predictibilidad menguante

Tras perder 200.000 suscriptores en el primer trimestre de 2022, Netflix, la empresa que revolucionó el streaming, advirtió que en el segundo trimestre podría sufrir una hemorragia de la friolera de dos millones de espectadores. El precio de sus acciones se desplomó, arrastrando consigo a gran parte de la industria del streaming. Las acciones aún no se han recuperado de forma significativa y desde entonces se han añadido al índice Russell 1000 Value, mientras que su ponderación en el índice Russell 1000 Growth se ha reducido. En cierto modo, Netflix puede ser víctima de su propio éxito. Con tantos hogares ya suscritos al servicio, resulta más difícil añadir otros nuevos. La competencia es cada vez más intensa. A medida que más y más empresas de servicios de streaming compiten por un número finito de suscriptores, las organizaciones han tenido que encontrar nuevas formas de captar y mantener las relaciones con los clientes. Este cambio en la forma en que las organizaciones de medios de comunicación dirigen sus negocios afecta a los fundamentos de las empresas y hace que los inversores se fijen en los actores de esta industria en evolución. Los criterios de una «buena oportunidad de inversión» han cambiado junto con el panorama.

El codiciado calipso del contenido

Hace varios años, cuando la gente pensaba en servicios de streaming DTC (directo al consumidor), le venían a la mente los agregadores de contenidos Hulu y Netflix. Recientemente ha habido una afluencia de competidores en el espacio, y muchas empresas de medios de comunicación como Paramount Global (antes ViacomCBS), Discovery Networks y NBCUniversal, crearon servicios DTC que ofrecen espectáculos de sus propios estudios. Grandes empresas tecnológicas como Apple y Amazon están invirtiendo dinero en sus propios servicios, ampliando aún más el panorama competitivo.

Las cuotas de suscripción son un componente clave de los ingresos de estas empresas, pero el comportamiento inconstante de los consumidores ha reducido la previsibilidad de estas entradas. Los consumidores pueden inscribirse y después darse de baja sin penalización y, a menudo, se suscriben brevemente para mirar un programa que quieren ver, y luego se dan de baja y pasan a otro servicio. Este patrón ha hecho que las empresas de medios de comunicación inviertan mucho en contenidos originales para atraer a los abonados, ya que los contenidos deseados se han convertido en el principal motor del número de abonados. Estos costes de contenido son el mayor gasto en el que incurren muchas organizaciones de medios. En nuestra opinión, un inconveniente de este modelo centrado en el abonado es la fuerte depreciación del valor de estos activos después de la ventana de visualización inicial.

La sangre de un columpio de piedra

El atractivo de los modelos de negocio basados en los abonados se ve aún más mermado por el hecho de que han aumentado las horas de contenido que se desarrollan anualmente, pero no hay un aumento proporcional en el número de horas que los consumidores pasan viendo o en la parte de los ingresos familiares que se dedican a pagar por la programación. A medida que los mercados se saturen, las empresas incurrirán en más costes para expandirse a los mercados emergentes y fronterizos, probablemente desarrollando nuevos contenidos específicamente adaptados a los consumidores de estos mercados, ya que es una de las pocas formas de ampliar la base de abonados. Esta dinámica nos hace ser cautos a la hora de invertir en la mayoría de las empresas de servicios de streaming. Aunque una serie de modelos de negocio pueden considerarse candidatos a la inversión si el precio de las acciones cae lo suficiente, hemos encontrado empresas de medios de comunicación que van más allá del modelo de negocio basado en los suscriptores y que, en nuestra opinión, ofrecen oportunidades de inversión atractivas dadas las valoraciones actuales.

En un entorno en el que las plataformas de contenidos en pugna luchan por una base de consumidores cada vez más saturada, nuestra forma preferida de invertir en creadores de contenidos es hacerlo sin estar completamente atados a las cifras de suscriptores como factor determinante del valor de una empresa. Creemos que las empresas de medios de comunicación con múltiples divisiones aparte de la creación de contenidos proporcionan una buena diversificación de las fuentes de ingresos y los riesgos.

Una situación en la que la relación DTC de una empresa con los consumidores forma parte de un ecosistema más amplio y puede reforzar su relación con sus personajes y otras creaciones podría llevar a la posición del servicio de streaming como un valioso aumento del negocio total, en lugar de ser el negocio total. Además, las empresas con franquicias sólidas y formas de monetizar la relación de los espectadores con los personajes a través de mercancías elaboradas y atracciones de parque temático mucho tiempo después de la emisión de una serie o película, proporciona una base de activos más resiliente con menos depreciación después de la ventana de visualización del contenido inicial. Esta dinámica crea más valor para la empresa y, en última instancia, para los accionistas.

A medida que las industrias jóvenes maduran y se consolidan y las industrias más antiguas pivotan, un conocimiento profundo del entorno en el que operan es cada vez más importante. Entre las empresas de streaming y medios de comunicación, creemos que la selección de valores es crucial para evitar el atractivo de los nombres de alto vuelo con un potencial empresarial limitado a largo plazo. Preferimos un modelo de negocio más diversificado.

Si el coste de la producción de contenidos siguiera siendo tan alto como ahora, creemos que no todos los actuales contendientes del streaming podrán seguir funcionando o mantenerse como negocios independientes. Mientras tanto, los proveedores de servicios DTC seguirán arrancándose los ojos en esta guerra del streaming. Mientras lo hacen, seguiremos buscando empresas con algo más que ofrecer que una base de suscriptores rotativa.

¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?

Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido. Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado. Las inversiones en valores de títulos extranjeros conllevan riesgos especiales, como las fluctuaciones de divisas, la inestabilidad económica y los acontecimientos políticos. En la medida en que una estrategia se concentre en países, regiones, industrias, sectores o tipos de inversión específicos en cada momento, puede estar expuesta a riesgos mayores por sucesos adversos acaecidos en esas áreas concretas en comparación con otra estrategia que invierta en una variedad más amplia de países, regiones, industrias, sectores o inversiones. Las empresas y los estudios de casos a los que se hace referencia en este artículo se utilizan únicamente con fines ilustrativos; cualquier inversión podría formar parte o no de una cartera que cuente con el asesoramiento de Franklin Templeton. La información facilitada en este artículo no constituye una recomendación ni un asesoramiento individual de inversión para un valor, estrategia o producto de inversión determinados, ni una evidencia de intención de negociación de ninguna cartera gestionada por Franklin Templeton.

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