Beyond Bulls & Bears

Perspectivas

¿Estamos en el punto de inflexión de las inversiones en el cambio climático?

Según Yu Meng (director y vicepresidente de Asia Pacífico en Franklin Templeton), el aumento de la inversión ambiental, social y de gobernanza (ESG) es extraordinario. Como nos recuerdan constantemente los sucesos extremos del cambio climático, dice que se requieren acciones urgentes de todas las partes de la sociedad y la economía, incluidos los mercados financieros. En este extracto de su reciente artículo, «¿Estamos en el punto de inflexión de la inversión climática?», publicado en el Journal of Investment Management, Meng analiza si la inversión en el cambio climático se encuentra en un punto de inflexión.

Esta entrada también está disponible en: Inglés Chino simplificado Italiano Alemán

La sabiduría popular en los mercados financieros se ve cuestionada por la creciente preocupación por la sostenibilidad, ya que la actividad económica humana pone en peligro los límites del planeta, y aumentan en todo el mundo las expectativas de la sociedad en cuanto a la prosperidad compartida. El hecho de que cerca de 200 naciones hayan adoptado en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es una señal de un sueño mundial compartido de hacer frente al cambio climático, erradicar la pobreza, acabar con el hambre, fomentar el trabajo productivo y la educación, garantizar la igualdad de género y proteger el entorno natural.1 Las finanzas jugarán un papel vital en el logro de estos objetivos. Sin embargo, existe una brecha entre la demanda de capital para responder a los riesgos y oportunidades de la sostenibilidad, y los facilitadores de la oferta, que permitirían a los mercados financieros asignar el capital de manera eficiente. El resultado es más ruidos que señales.

La amplitud y la profundidad de los problemas del cambio climático ponen a prueba la evaluación convencional del riesgo y la rentabilidad. La cuestión para los inversores es si los mercados de capitales se encuentran en un punto de inflexión que podría traer cambios rápidos, transformadores y potencialmente disruptivos. En caso afirmativo, ¿cómo pueden los inversores aprovechar las olas del cambio, que están impulsando tanto el riesgo como la oportunidad en las finanzas? Para navegar por las posibles turbulencias que se avecinan, será necesario cerrar la brecha entre la demanda de financiación para hacer frente al cambio climático y a las actuales limitaciones de la capacidad de oferta para que los mercados puedan fijar el precio de esos riesgos y oportunidades de manera eficiente.

Identificamos dos grandes conjuntos de restricciones: (1) la falta tanto de datos como de análisis de divulgación climática de grado de inversión (normalmente como parte del análisis y la divulgación de datos ESG más amplios), y (2) la falta de alineación en los incentivos (por ejemplo, al mismo tiempo se subvencionan los combustibles fósiles y no se le pone un precio al carbono).

La fiebre del oro de ESG

A pesar de las vagas definiciones, las tendencias ESG en las finanzas han provocado una auténtica fiebre del oro a los mercados de capitales. Según Morningstar, solo en el cuarto trimestre de 2020, los inversores destinaron 152 000 millones de dólares a inversiones comercializadas como ESG, un 88 % más que en el trimestre anterior.2 La CNBC comentó que, a finales del año pasado, las inversiones sostenibles de alguna variedad representaban ya cerca de un tercio del total de activos gestionados en Estados Unidos.3

Una gran parte del sector de la gestión de activos reivindica ahora sus credenciales en materia de ESG, pero esto, a su vez, ha hecho que se cuestione si las reivindicaciones de marketing son totalmente creíbles. Un estudio de Barclays concluyó que las participaciones y la exposición al riesgo de los fondos con etiqueta ESG no son realmente diferentes de las de los fondos convencionales.4 Lo que preocupa de los ESG es la «señalización de virtudes», que podría inducir a error a los inversores, lo que provocaría una alerta de riesgo de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC, por su sigla en inglés), que declaró: «Las empresas que afirman realizar inversiones ESG deben explicar a los inversores lo que entienden por ESG, y deben hacer lo que dicen que hacen» para que «los inversores sepan lo que obtienen cuando eligen un fondo, un asesor, una estrategia o un producto concreto».5

Esta advertencia del regulador estadounidense se suma al nuevo impulso para el desarrollo de normas para la presentación de informes por parte de las empresas en materia de ESG, tanto a nivel internacional ―a través del nuevo Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad de las NIIF (Normas internacionales de información financiera)― como a través de la propuesta de reglamentación sobre el cambio climático en la SEC. La alerta de riesgo de la SEC muestra que el propio sector de la gestión de inversiones no estará exento de escrutinio. A pesar del incierto estatus de las afirmaciones ESG, la furiosa velocidad del dinero que inunda los fondos que reclaman credenciales de sostenibilidad muestra que los mercados financieros podrían estar reconociendo un punto de inflexión en el horizonte.

¿Qué se entiende entonces por punto de inflexión en los mercados financieros? Esencialmente es cuando todo cambia rápidamente, a ritmo y escala. Un ejemplo vívido es la transformación energética en el transporte, que ha llevado al fabricante de vehículos eléctricos Tesla a superar a sus competidores dependientes del motor de combustión interna alimentado por gasolina y diésel con alto contenido de carbono. Un punto de inflexión denota un cambio, pero no indica cómo se desarrollará ese cambio. La ciencia evolutiva ofrece dos modelos útiles para considerar los caminos a seguir: el gradualismo filético (propuesto por Charles Darwin) y el modelo de equilibrio puntuado (propuesto por primera vez por Niles Eldredge y Stephen Jay Gould).6

¿Por qué es importante el punto de inflexión? Los puntos de inflexión suelen representar tanto riesgos existenciales como grandes oportunidades. Como en el ejemplo del transporte, la duración de cada equilibrio se acorta y la disrupción se produce más rápidamente. Los operadores tradicionales líderes del mercado pierden ante los nuevos participantes no porque no vean los riesgos y las oportunidades, sino porque se centran en dar pasos incrementales en el marco o la mentalidad existentes. Al acercarse el punto de inflexión en una situación de «equilibrio puntuado», es fundamental identificar el punto de inflexión y adoptar medidas drásticas cuando sea necesario para mitigar el riesgo, así como para captar nuevas oportunidades.

Podría decirse que los mercados financieros se enfrentan a un punto de inflexión en el ámbito del cambio climático. Las señales de alarma provienen de la ciencia, la sociedad civil, los gobiernos e incluso los tribunales. Los mercados financieros están respondiendo rápidamente, pero la eficacia de esa respuesta se ve obstaculizada por la falta de información y por los incentivos desajustados.

El «por qué» de la inversión climática está muy claro. Está impulsado por la ciencia, la sociedad civil, los responsables políticos y nuestro deseo de sobrevivir como especie. En cambio, el «cómo» de la inversión en ESG es muy poco claro. Los inversores no tienen las herramientas ni los incentivos para cerrar la brecha. La normalización de los datos y las medidas para alinear los incentivos son los dos indicadores principales para acercarse al punto de inflexión. El mercado financiero está motivado y es (mayoritariamente) eficiente, y la brecha entre la demanda y la oferta de estrategias ESG no es sostenible, por lo que debemos estar preparados para una disrupción. El momento es evidentemente urgente. La respuesta obvia es «ahora».

Además de la deuda financiera, ¿cuánta más deuda climática queremos dejarles a las generaciones futuras? Como vemos los voraces incendios forestales en el noroeste del Pacífico de Estados Unidos, junto con las olas de calor ecuatorial en las regiones templadas, y las devastadoras inundaciones en Europa, Japón y China, el impacto físico del cambio climático ya está entre nosotros. La pregunta ahora es: ¿podremos hacer lo que se necesita al ritmo y la escala? ¿Podremos cerrar la brecha?

Inversores DIY

En respuesta a la ciencia y al cambiante panorama normativo, los inversores han reunido fuerzas tanto para pedir medidas normativas sobre la información de las empresas y la fijación de precios del carbono, como para ponerse a pedir en privado con las empresas en las que invierten. Un ejemplo es Climate Action 100+, que incluye a los firmantes que invierten más de 60 billones de dólares de activos bajo gestión y aborda los emisores de carbono sistémicamente importantes que forman la tercera fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta después de China y Estados Unidos. El enfoque de los inversores va más allá de la simple presentación de informes; incluye la gobernanza de los consejos de administración a través de la exigencia de que los directores demuestren su «competencia climática» y garanticen que los incentivos internos están alineados con los objetivos del Acuerdo de París a través de los objetivos de compensación de los ejecutivos y las políticas de cabildeo para garantizar una «transición justa» que sea financieramente viable y justa para los trabajadores y las comunidades.

La demanda de los inversores —de que en los informes de las empresas se integren los riesgos y las oportunidades climáticas— está provocando una respuesta de los organismos de normalización contable tanto en Estados Unidos como a nivel internacional. Reconociendo la necesidad de garantizar que los informes corporativos sean veraces y justos, tanto la SEC como las NIIF (normas internacionales de información financiera) están avanzando en el desarrollo de las normas de información, la supervisión reglamentaria y los controles internos por parte de los comités de auditoría y los auditores que transformarán la capacidad de los mercados financieros para valorar el riesgo, asignar el capital y ejercer la administración. Los inversores están tomando el asunto en sus propias manos, no solo pidiendo a los reguladores que actúen con la urgencia en el tema de la información y los incentivos.

La transición de un gran número de pequeños inversores individuales a un pequeño número de grandes agregadores de activos con derechos adquiridos como accionistas hace posible que los inversores individuales ejerzan una influencia colectiva. Esto aporta una fuerza ordenadora privada que se cruza con las medidas políticas nacionales y mundiales que aceleran el cambio.

El futuro: estamos a la altura del desafío

Tanto el riesgo climático como la actual pandemia de covid-19 representan un riesgo sistemático para la humanidad y demuestran nuestra vulnerabilidad. El cambio climático y la pandemia están impulsados por moléculas cuya transmisión no respeta las fronteras nacionales, lo que a su vez exige una colaboración a escala mundial. La forma en que nosotros, la humanidad, movilizamos todos los recursos para estar a la altura del desafío y desarrollar vacunas eficaces en un período de tiempo tan corto es poco menos que extraordinaria.

La ciencia, la política, la sociedad civil, las empresas y las finanzas están desempeñando un papel fundamental en la colaboración a nivel mundial para hacer frente a la pandemia. Del mismo modo, el complejo, urgente y global desafío del cambio climático requiere una asociación transfronteriza e intersectorial. Con la llegada de los datos impulsados por la ciencia, la política de supresión de las subvenciones a los combustibles fósiles y7 la adopción de precios del carbono,8 la transformación hacia una economía baja en carbono no solo es posible, sino necesaria. Podemos estar a la altura del reto de la lucha contra el cambio climático, al igual que lo estuvimos de la crisis de covid-19.

¿Cuáles son los riesgos?

Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido. Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado. Los gestores de inversiones de impacto o de ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) pueden tener en cuenta factores más allá de la información financiera tradicional para seleccionar valores, lo que podría provocar que el rendimiento relativo de la inversión se desvíe de otras estrategias o referencias de mercado amplias, dependiendo de si dichos sectores o inversiones están a favor o en contra del mercado. Además, las estrategias ESG pueden depender de ciertos criterios basados en valores para eliminar exposiciones encontradas en estrategias similares o amplios índices de referencia de mercado, lo que también podría dar lugar a una desviación del rendimiento relativo de la inversión.

Las empresas y los estudios de casos a los que se hace referencia en este artículo se utilizan únicamente con fines ilustrativos; cualquier inversión podría formar parte o no de una cartera que cuente con el asesoramiento de Franklin Templeton. La información facilitada en este artículo no constituye una recomendación ni un asesoramiento individual de inversión para un valor, estrategia o producto de inversión determinado, ni una evidencia de intención de negociación de ninguna cartera gestionada por Franklin Templeton.

No hay garantía de que las estimaciones, previsiones o proyecciones vayan a cumplirse.

Información legal importante

La finalidad de este material es satisfacer el interés general, por lo que no deberá interpretarse como un asesoramiento de inversión individual ni como una recomendación o invitación para comprar, vender o mantener valor alguno o adoptar cualquier estrategia de inversión. Tampoco constituye asesoramiento jurídico ni tributario. Este material no debe reproducirse, distribuirse ni publicarse sin la autorización previa por escrito de Franklin Templeton.

Las opiniones expresadas son las del gestor de inversiones y los comentarios, las opiniones y los análisis son válidos en el momento de su fecha de publicación y pueden cambiar sin previo aviso. Las suposiciones y opiniones subyacentes pueden cambiar en función de las condiciones del mercado o de otro tipo y pueden diferir de las de otros gestores de carteras o de las de la empresa en su conjunto. La información facilitada en este artículo no pretende ser un análisis completo de cada hecho relevante en relación con cualquier país, región o mercado. No hay garantía de que las predicciones, proyecciones o previsiones sobre la economía, el mercado de valores, el mercado de renta fija o las tendencias económicas de los mercados vayan a cumplirse. El valor de las inversiones y los ingresos derivados de ellas pueden tanto subir como bajar y podría no recuperar todo el capital invertido. La rentabilidad pasada no es necesariamente un indicador ni garantía de la rentabilidad futura. Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital.

Los estudios y análisis recogidos en este material han sido adquiridos por Franklin Templeton para sus propios fines y pueden utilizarse en ese sentido y, de este modo, usted los recibe de manera casual. Es posible que, en la preparación de este material, se haya utilizado información de fuentes de terceros y que Franklin Templeton (FT) no haya verificado, validado ni auditado dicha información de forma independiente. Aunque la información se haya obtenido de fuentes que Franklin Templeton considera fiables, no pueden ofrecerse garantías de su precisión. Además, dicha información puede estar incompleta o resumida, así como sujeta a cambios en cualquier momento y sin previo aviso. La mención de cualquier valor individual no debe constituir ni interpretarse como una recomendación para comprar, mantener o vender ningún valor, y la información proporcionada en relación con dichos valores individuales (si la hubiere) no constituye una base sobre la que realizar ninguna decisión de inversión. FT no asume responsabilidad alguna, sea del tipo que sea, por pérdidas resultantes del uso de esta información y, en su caso, el usuario confiará en los comentarios, las opiniones y los análisis contenidos en el material por su propia cuenta y riesgo.

Los productos, los servicios y la información podrían no estar disponibles en todas las jurisdicciones y son ofrecidos fuera de Estados Unidos por las filiales de FT o sus distribuidores conforme lo permitan las leyes y los reglamentos locales. Consulte a su propio asesor financiero profesional o su contacto institucional de Franklin Templeton para obtener información adicional sobre la disponibilidad de dichos productos y servicios en su jurisdicción.

Emitido en EE. UU. por Franklin Distributors, LLC, One Franklin Parkway, San Mateo, California 94403-1906, (800) DIAL BEN/342-5236, franklintempleton.com. Franklin Distributors, LLC, miembro de la FINRA/SIPC, es el distribuidor principal de los productos registrados en EE. UU. de Franklin Templeton, que no están asegurados por FDIC, podrían perder valor, no cuentan con garantía bancaria y solo están disponibles en las jurisdicciones en las que esté permitida la oferta o solicitud de oferta de dichos productos en virtud de la legislación y la normativa aplicables.

—————————————————————

1. Fuente: Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (n. d.). https://www.un.org/sustainabledevelopment/sustainable-development-goals/
2. Fuente: Hale, J. (2021): «U.S. Sustainable Funds Continued to Break Records in 2020» (‘los fondos sostenibles estadounidenses siguieron batiendo récords en 2020’); Morningstar.
3. Fuente: Nason, D. (2020): «“Sustainable investing” is surging, accounting for 33% of total US assets under management» (‘la “inversión sostenible” se dispara y representa el 33 % del total de activos gestionados en Estados Unidos’); CNBC.
4. Fuente: Barclays. (2020). Fondos ESG: Mirar más allá de la etiqueta; Barclays.com.
5. Fuente: Peirce, H. M. (2021): «Statement on the Staff ESG Risk Alert» (‘declaración sobre la alerta de riesgo ESG del personal’). SEC de EE. UU.
6. Eldredge, N.; y Gould, S. J. (1972): «Punctuated equilibria: an alternative to phyletic» (‘equilibrios puntuados: una alternativa al [gradualismo] filético’). Models in Paleobiology, 82-Consultado el 18 de julio de 2021 en el sitio web https://thebrain.mcgill.ca/flash/capsules/outil_bleu09.html (en inglés).
7. Fuente: Instituto de Estudios Ambientales y Energéticos (29 de julio de 2019). Hoja informativa | «Fossil Fuel Subsidies: A Closer Look at Tax Breaks and Societal Costs» (‘subsidios para combustibles fósiles: una mirada más cercana a las exenciones fiscales y los costos sociales’). ESSI.org.
8. Fuente: Banco Mundial (n. d.) Pricing Carbon (‘fijación de precios del carbono’). Worldbank.org.